15 de mayo de 2024
¿Te preocupan los cambios en tus uñas? Descubre cómo diagnosticar y tratar las enfermedades de las uñas para mantenerlas en óptimo estado.
Uñas sanas, cuerpo sano: un lema que resume la estrecha relación entre el estado de las uñas y nuestro bienestar general. Y, es que, cuidar de las uñas no es únicamente una cuestión de estética, sino que también nos permite detectar a tiempo posibles problemas de salud.
En este artículo, te guiaremos por los pasos esenciales para mantener tus uñas sanas y fuertes, además de presentarte las enfermedades más comunes que les afectan y cómo prevenirlas.
¿Por qué son importantes las uñas?
Las uñas, compuestas principalmente por queratina, son estructuras duras y resistentes que desempeñan diversas funciones esenciales:
- Protección: Forman una barrera física que protege las yemas de los dedos de lesiones, golpes y agentes externos.
- Manipulación: Ayudan a sostener objetos pequeños y a realizar tareas que requieren precisión, como escribir o tocar un instrumento musical.
- Estética: Son un elemento importante de la apariencia personal y contribuyen a la imagen corporal.
¿Cómo deben ser unas uñas sanas?
Unas uñas sanas deben ser:
- Firmes y resistentes: No deben doblarse ni romperse con facilidad.
- De color uniforme: Sin manchas, decoloraciones o pigmentaciones anormales. Si se vuelven blancas o negras es un indicio claro de posibles enfermedades en las uñas.
- Lisas y uniformes: Sin estrías, hoyuelos o deformaciones.
- Bien adheridas al lecho ungueal: Sin desprendimientos ni zonas levantadas.
¿Cuáles son las enfermedades de las uñas más frecuentes?
Las enfermedades de las uñas van desde infecciones leves hasta condiciones crónicas que requieren atención médica especializada. A continuación, describimos algunos de los tipos más comunes de enfermedades ungueales, junto con sus síntomas característicos.
Infecciones fúngicas (onicomicosis):
Las infecciones fúngicas de las uñas son causadas principalmente por dermatofitos, levaduras o mohos. Estas infecciones son más habituales en las uñas de los pies debido al ambiente cálido y húmedo que se crea con el uso de zapatos cerrados. Los síntomas típicos incluyen un cambio en el color de la uña, generalmente amarillento o marrón, engrosamiento y desmoronamiento del borde de la uña. A menudo, estas infecciones están acompañadas de cierto dolor y mal olor.
Psoriasis ungueal:
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que también puede afectar las uñas de manos y pies. Los síntomas de la psoriasis ungueal incluyen “pitting” (pequeños huecos en la superficie de la uña), decoloración, engrosamiento y separación de la uña del lecho ungueal (conocido como onicolisis).
Uñas encarnadas:
Esta condición ocurre cuando el borde de la uña crece hacia adentro del tejido blando, causando dolor, enrojecimiento e inflamación. Si no se trata adecuadamente, puede llevar a una infección. Las uñas encarnadas son, por lo general, el resultado de un corte incorrecto de las uñas o del uso de calzado que no ajusta bien.
Distrofias ungueales:
Las distrofias ungueales se refieren a cualquier desorden que causa deformidad o desfiguración de las uñas. Se producen por lesiones, infecciones o enfermedades sistémicas y se podrían ver como cambios en la textura, forma y color de las uñas.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de las enfermedades en las uñas?
Las enfermedades de las uñas se originan por una amplia variedad de factores que abarcan desde cuestiones nutricionales hasta la exposición a químicos nocivos. Entre las causas más comunes encontramos las siguientes:
Deficiencias nutricionales:
Las uñas necesitan una variedad de nutrientes, incluidos proteínas, vitaminas (como la Biotina, Vitamina C y E) y minerales (como el hierro y el zinc), para mantenerse saludables. La falta de cualquiera de estos nutrientes conduce a síntomas como uñas frágiles, delgadas o quebradizas.
Exposición a químicos:
El contacto frecuente con productos químicos agresivos, como los utilizados en la limpieza y algunos esmaltes o quitaesmaltes, dañan las uñas. Estos químicos despojan a las uñas de sus aceites naturales, llevando a la sequedad, la fragilidad y el agrietamiento.
Enfermedades crónicas:
Diversas enfermedades sistémicas, como la diabetes, los problemas de tiroides y las enfermedades cardiovasculares, terminan manifestándose en las uñas.
Factores ambientales y ocupacionales:
La exposición a ambientes fríos o húmedos, así como ocupaciones que requieren el uso constante de las manos en contacto con el agua o productos químicos, puede predisponer a las personas a enfermedades de las uñas. Los trabajadores de la construcción, los peluqueros y el personal de limpieza están particularmente en riesgo.
Malos hábitos de cuidado de las uñas:
El cuidado inadecuado de las uñas, como cortarlas demasiado cortas, rasgar las cutículas o usar herramientas no esterilizadas, abre la puerta a infecciones y otros problemas ungueales.
Infecciones y condiciones dermatológicas:
Las infecciones por hongos, bacterias y virus pueden afectar directamente la salud de las uñas. Asimismo, condiciones dermatológicas como la psoriasis y el eczema también se manifiestan en las uñas, causando varios de los síntomas mencionados anteriormente.
Diagnóstico de las enfermedades de las uñas
El diagnóstico de las enfermedades de las uñas suele basarse en una evaluación médica completa que incluye:
- Examen físico: El médico observará las uñas en busca de cambios en el color, textura, forma y grosor.
- Historia clínica: Se preguntará sobre los síntomas, los antecedentes médicos y los factores de riesgo.
- Pruebas adicionales: En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como análisis de sangre, raspado de uñas o biopsia, para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento y cuidado de las uñas
El tratamiento de las enfermedades de las uñas varía dependiendo de la causa y severidad de la condición:
1. Tratamientos convencionales:
- Antifúngicos: Para infecciones fúngicas, se pueden dar medicamentos tanto tópicos como sistémicos. Los esmaltes antifúngicos y las cremas suelen ser para casos leves a moderados, mientras que las infecciones más severas requieren medicación oral.
- Corticosteroides: En casos de psoriasis ungueal u otras inflamaciones, los corticosteroides tópicos o inyecciones ayudan a reducir la inflamación y mejorar la apariencia de las uñas.
- Cirugía: Para problemas estructurales como uñas encarnadas severas, suele ser necesario realizar una intervención quirúrgica.
- Cambios en el estilo de vida: Mejorar la dieta, evitar el uso de químicos agresivos y adoptar técnicas adecuadas de cuidado de las uñas son pasos necesarios para prevenir y tratar las enfermedades ungueales.
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- Fortalecer las uñas: Aumenta la resistencia y dureza de las uñas, previniendo roturas y quebraduras.
- Promover el crecimiento: Estimula el crecimiento sano y vigoroso de las uñas.
- Hidratar y proteger: Hidrata en profundidad las uñas y las cutículas, protegiéndolas de los agentes externos.
- Mejorar el aspecto: Aporta un brillo natural y saludable a las uñas, reduciendo imperfecciones y estrías.
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