Problemas hormonales en mujeres: síntomas y cómo tratarlo

¿Estás notando síntomas como cambios de humor, fatiga o dificultades para quedarte embarazada? A medida que las mujeres envejecen, es común experimentar alteraciones hormonales que pueden afectar a la salud tanto física como emocional.

Problemas hormonales en mujeres de 40 años

La década de los 40 puede ser una época de cambios significativos para las mujeres, no solo en términos de su aspecto físico, sino también en cuestiones de salud. Uno de los mayores cambios que ocurren en este período es la menopausia, que marca el final de la menstruación y la fertilidad.

Además de los típicos sofocos, la menopausia causa alteraciones en los niveles hormonales, incluyendo una disminución de la cantidad de estrógeno y progesterona. Esto puede llevar a síntomas como sequedad vaginal, dolor durante las relaciones sexuales, y variaciones en el colesterol.

La disminución en los niveles de estrógeno y progesterona también puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y osteoporosis. Asimismo, los problemas hormonales en mujeres de 40 años incrementan las posibilidades de sufrir ansiedad y depresión.

¿Qué síntomas dan los problemas hormonales en mujeres?

Los problemas hormonales en las mujeres pueden originar una variedad de síntomas físicos y emocionales:

• Entre los síntomas físicos más comunes se incluyen la ganancia de peso, la acumulación de grasa abdominal, la pérdida de cabello, los cambios en el patrón de la menstruación, los problemas de fertilidad, la sequedad vaginal, el aumento de los senos y las náuseas.
• Los síntomas emocionales más habituales son la ansiedad, la depresión, el insomnio, la irritabilidad y los cambios en el humor.

Si bien hay muchos factores que pueden contribuir a los problemas hormonales en las mujeres, y estos pueden causar cierto temor, es importante recordar que también existe una gran cantidad de tratamientos disponibles para combatirlos.

¿Cuáles son los problemas hormonales en mujeres de 40 años más típicos?

Entre las patologías más habituales que pueden afectar a las mujeres por los cambios hormonales podemos citar las siguientes:

Obesidad por problemas hormonales

La obesidad puede ser un problema complejo y difícil de abordar para las mujeres, especialmente cuando los desequilibrios hormonales son la causa de la misma. Las alteraciones endocrinas dificultan la pérdida de peso al cambiar el metabolismo y afectar el apetito, haciendo que la persona se sienta más hambrienta y, por lo tanto, coma en exceso.

Además, un desequilibrio hormonal puede afectar el humor y la energía, haciendo que sea más difícil adherirse a un plan de alimentación saludable y un programa de ejercicio regular.

Ojeras por problemas hormonales

Las ojeras son una de las preocupaciones estéticas más comunes entre las mujeres. En la mayoría de los casos, estas se originan por problemas hormonales.

Las alteraciones endocrinas pueden provocar una mayor producción de melanina, oscureciendo la zona bajo los ojos, así como un exceso de líquido alrededor, formando las famosas bolsas.

Otro motivo son los trastornos del sueño, al cual se llega por situaciones de estrés y depresión, y esto muchas veces está relacionado, como no podía ser de otra manera, con los desórdenes en las hormonas.

Acné por problemas hormonales

Aunque el acné se considera que es un problema relacionado con la adolescencia, a menudo se extiende a la edad adulta. Resulta particularmente cierto para las mujeres, ya que están sometidas a un baile continuo de hormonas.

Estas variaciones que se producen durante la menstruación, el embarazo o la menopausia, pueden afectar a la producción de sebo y conllevar la aparición de granos pequeños en la superficie de la piel, así como protuberancias y erupciones más grandes.

Es importante consultarle al médico o farmacéutico sobre este hecho, especialmente si no se habían presentado problemas de acné en etapas anteriores de la vida.

Aquí podrás leer información sobre cómo eliminar las marcas de acné.

Problemas hormonales y caída de cabello

El cabello es una parte importante de nuestra imagen y estética personal, por ello, resulta preocupante cuando vemos como nuestro pelo se cae sin motivo aparente. En muchos casos, esta pérdida de cabello se debe a problemas hormonales.

Estos problemas suelen estar relacionados con alteraciones en los niveles de estrógeno, testosterona o cortisol. Por ello, si notamos alguna caída excesiva, es recomendable que acudamos al médico para un chequeo hormonal y descartar cualquier anomalía en nuestro organismo. Asimismo, en nuestra farmacia tenemos un servicio de Diagnóstico Capilar con personal altamente cualificado y acceso a multitud de tratamientos y productos para mantener tu pelo joven y radiante.

¿Con problemas hormonales se puede quedar embarazada?

Cuando los niveles hormonales están desequilibrados, puede ser difícil concebir un bebé. La principal razón es que las hormonas están implicadas directamente en el ciclo menstrual, la ovulación y la capacidad de un óvulo de implantarse.

Si estas se encuentran alteradas, el ciclo menstrual se volverá irregular, la ovulación quizás no ocurra y el óvulo acabará perdiéndose. Por lo tanto, el médico podrá recetar medicamentos para regular los valores y así ayudar a las mujeres a lograr un embarazo exitoso.

¿Cómo tratar problemas hormonales en mujeres de 40 años?

Los problemas hormonales en mujeres son algo totalmente normal. Estos pueden ser tratados de diversas maneras según la causa que los origine. En Farmacia Rodulfo podrás encontrar una atención farmacéutica dirigida a mejorar los síntomas descritos anteriormente, desde un punto de vista PsicoNeuroInmunológico, y ayuda a identificar la causa raíz de problemas hormonales.

Por ello, lo primero que se debe hacer es consultar al ginecólogo o al endocrino para que recomiende un examen hormonal completo. De esta manera se podrán detectar las posibles alteraciones así como descartar otras patologías.

Una vez que se conozca la causa del desequilibrio hormonal, se puede empezar a tratar la cuestión con medicamentos, terapias o una combinación de ambas, según lo determine el médico.

Otras formas de abordar el problema son el uso de sesiones de relajación, una dieta saludable y la práctica de ejercicio físico regular. Estos métodos ayudan a mantener los niveles en equilibrio.