05 de enero de 2024
¿Sabías que necesitas protección solar incluso en invierno? Descubre cómo los rayos UV afectan tu piel todo el año y aprende estrategias efectivas para cuidarte en cada estación.
La luz del sol, esa radiante fuente de vitamina D, también trae consigo un riesgo menos conocido pero igualmente importante: la exposición a los rayos ultravioleta (UV). A menudo asociamos la necesidad de protección solar con los días calurosos de verano, pero ¿qué sucede durante el resto del año? En este artículo veremos la importancia de proteger nuestra piel de los rayos solares en todas las estaciones, enfatizando que el sol no discrimina por temporada.
La importancia de la protección solar
La piel, ese órgano extenso y expuesto, es el primer escudo contra las inclemencias del ambiente, incluyendo la radiación solar. Los rayos UV, presentes durante todo el año, pueden causar daños notorios en la piel, como envejecimiento prematuro, manchas solares y, en casos extremos, cáncer de piel.
Contrario a la creencia popular, los días nublados o fríos no ofrecen un pase libre contra estos efectos. De hecho, hasta un 80% de los rayos UV pueden penetrar las nubes, sorprendiendo a quienes menos lo esperan.
Estudios recientes demuestran que la exposición acumulativa al sol, incluso en días no soleados, contribuye en gran medida al riesgo de daño cutáneo a largo plazo. Por lo tanto, la protección solar no es solo un asunto de verano; es una necesidad durante todo el año, especialmente para aquellos que disfrutan del aire libre, sin importar la estación.
Protección solar también en invierno
A menudo, se subestima la fuerza del sol durante los meses más fríos, especialmente en invierno. Esta percepción errónea conduce a una menor aplicación de medidas de protección solar. Sin embargo, los dermatólogos advierten que el sol invernal puede ser tan perjudicial como el de verano.
La radiación UVA, responsable del envejecimiento de la piel y de contribuir al desarrollo de cáncer de piel, permanece constante durante todo el año y puede penetrar las nubes e incluso el vidrio de las ventanas.
Además, en invierno, la capa de ozono, que absorbe parte de la radiación UV, suele ser más delgada, lo que permite una mayor penetración de los rayos UVB, conocidos por causar quemaduras solares. Por lo tanto, aplicar un protector solar con un amplio espectro de protección es tan importante en los días fríos como en los calurosos.
Protección solar en la nieve
La nieve, con su capacidad para reflejar los rayos del sol, aumenta en gran medida la exposición a la radiación UV. Este fenómeno es especialmente peligroso en días soleados de invierno, donde la nieve puede reflejar más del 80% de los rayos UV, duplicando la exposición solar.
Dicha situación es un riesgo no solo para los aficionados a los deportes de invierno, sino también para las personas que viven en regiones nevadas o que pasan tiempo al aire libre durante el invierno.
La protección solar en estas condiciones debe incluir un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar elevado.
Actividades al aire libre y protección solar
La práctica de deportes invernales al aire libre, tales como el esquí, conlleva un incremento notable de la exposición a los rayos solares debido a la elevada altitud y la reflexión de la luz en la nieve.
Esto no sólo aplica a la piel, sino también a los ojos, haciendo imprescindible el uso de gafas de sol con filtro UV o máscaras de esquí.
El senderismo y el ciclismo, populares durante todo el año, también requieren medidas de protección solar adecuadas. Estos deportistas están expuestos tanto al sol directo como a la radiación reflejada por superficies como agua, arena o nieve. Es importante elegir un protector solar resistente al agua y al sudor, con un factor de protección solar (FPS) de 50, y reaplicarlo cada dos horas o después de sudar intensamente.
Para los deportistas, existen productos específicos diseñados para soportar condiciones extremas y actividad física intensa. Estos protectores solares suelen ser más resistentes al agua y al sudor, proporcionando una barrera efectiva contra los rayos UV durante períodos prolongados. Sin embargo, conviene recordar que ningún protector solar ofrece una protección del 100%, por lo que se deben combinar con otras medidas como ropa protectora, sombreros y gafas de sol.
Comprar una crema solar adecuada
No todas las cremas solares son iguales, y la selección debe basarse en varios factores como el tipo de piel, las condiciones ambientales y la actividad que se va a realizar.
Para una protección diaria, se recomienda una crema con un FPS de al menos 30, que ofrezca protección de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB. Para actividades al aire libre o en condiciones de mucha nieve, un FPS más alto y resistencia al agua son las mejores opciones.
Es importante buscar fórmulas que sean no comedogénicas y aptas para todo tipo de piel, incluyendo pieles sensibles. Para asegurar una protección efectiva, la crema solar debe darse unos 30 minutos antes de la exposición solar para que la piel pueda absorberla completamente. Además, cada cierto tiempo se debe volver a poner otra vez, especialmente durante actividades prolongadas al aire libre.
Un detalle importante a recordar es la aplicación del protector solar en áreas que a menudo se pasan por alto, como las orejas, el cuello, la parte posterior de las manos y, para los ciclistas, también las piernas. Estas zonas, también se encuentran expuestas a los rayos solares, por lo que hay que protegerlas.
¿Necesitas un protector solar? ¡Este mes tenemos una estupenda promoción en la farmacia!
Enero es el mes ideal para renovar tu compromiso con el cuidado de la piel, y qué mejor manera de hacerlo que aprovechando nuestra promoción especial en protectores solares.
Desde el 1 hasta el 30 de enero de 2024, en nuestra farmacia tendrás descuentos increíbles en una amplia gama de productos de protección solar. Esta es una oportunidad perfecta para equiparse con lo mejor en cuidado dermatológico, asegurando que tu piel esté protegida durante todo el año. ¡No dejes que el sol dañe tu piel!
