25 de noviembre de 2024
¿La menopausia te está afectando? Te explicamos cómo reconocer los síntomas y qué hacer para llevar esta etapa de la mejor manera posible.
La menopausia es una de esas etapas que tarde o temprano llegan a la vida de todas las mujeres y, aunque sabemos que es algo natural, no siempre estamos preparadas para lo que conlleva. Se trata de un proceso normal que indica el fin de la fase reproductiva, pero eso no significa que sea fácil. A veces, los síntomas son realmente incómodos, y afectan desde nuestro ánimo hasta nuestro descanso, lo cual acaba interfiriendo en el día a día. Conocer e identificar los más frecuentes es el primer paso para sentirse mejor.
¿Cuándo empieza la menopausia?
En cuanto a la menopausia, no hay una regla estricta; cada cuerpo es diferente. La mayoría de las mujeres empiezan a notar los primeros cambios alrededor de los 45 a 55 años. En algunos casos, sin embargo, puede aparecer incluso antes de los 40, en lo que se conoce como menopausia precoz.
Pero, por lo general, hacia los 50 años, es cuando nuestro cuerpo comienza a reducir la producción de estrógenos y progesterona, las hormonas encargadas de regular el ciclo menstrual. Y es precisamente esta reducción hormonal lo que provoca los síntomas que muchas mujeres conocen tan bien.
A continuación, pasaremos a hablar más detenidamente sobre ellos. ¿Te suena alguno?
¿Cuáles son los síntomas más habituales de la menopausia?
Si bien la menopausia es una experiencia única para cada mujer, existen ciertos síntomas que pueden ser una notable señal de que tu cuerpo está entrando en esta etapa.
Sofocos y sudores nocturnos
Los sofocos son probablemente uno de los más conocidos y, quienes los han vivido, saben lo incómodos que pueden llegar a ser. De repente, sin previo aviso, sientes un calor intenso que sube desde el pecho y recorre todo el cuerpo. La piel se enrojece, empieza el sudor, y da igual si estás en un lugar fresco; ese calor no hace caso a nada.
Por la noche, los sudores nocturnos complican aún más el asunto. Estás dormida y, de repente, te despiertas acalorada, sudada, sin entender muy bien qué ha pasado. No es fácil volver a conciliar el sueño así, por lo que, al final, sientes que no has descansado nada. Y, al día siguiente se nota en todo: el cansancio, el humor…
Cambios en el estado de ánimo y la memoria
Durante la menopausia, no sólo ocurren cambios físicos; también sentimos que nuestras emociones están a flor de piel. De hecho, muchas mujeres notan que están más sensibles, que se irritan con facilidad o que algo de repente las pone ansiosas o tristes, incluso sin motivo aparente. Estas emociones aparecen de forma inesperada, y aunque sabemos que se deben al baile hormonal, sigue siendo un reto diario lidiar con ellas.
A esto se suman olvidos puntuales o lagunas mentales que pueden ser un poco desconcertantes: de pronto cuesta recordar dónde dejaste las llaves, te pierdes en medio de una conversación o te das cuenta de que no logras concentrarte como antes.
Sí, sabemos que son momentos incómodos y, a veces, frustrantes, pero entran dentro de la “normalidad” que supone este gran proceso de cambio que el cuerpo atraviesa.
Problemas para dormir
Ya mencionamos cómo los sudores nocturnos complican el descanso, pero la dificultad para dormir no se queda ahí. La menopausia también trae consigo ansiedad, estrés y esa mente que parece activarse justo cuando te metes en la cama. De repente, los pensamientos y preocupaciones que quizás durante el día manejaste bien, se amplifican y hacen que dar vueltas en la cama se vuelva la rutina de cada noche.
Esta falta de sueño afecta el estado de ánimo y el nivel de energía durante el día, haciendo que los demás síntomas parezcan más intensos.
Sequedad vaginal y disminución de la libido
A medida que disminuyen los niveles de estrógenos, también se reduce la lubricación natural de la zona vaginal. Esto produce sequedad, picor e incluso dolor durante las relaciones sexuales, lo cual, obviamente, afecta las ganas y hace que la intimidad se vuelva un poco más complicada.
Si bien es un tema del que no siempre se habla, supone una realidad que muchas mujeres enfrentan durante la menopausia. Por suerte, puede aliviarse fácilmente con el uso de óvulos o lubricantes vaginales.
Cambios físicos: aumento de peso y piel más seca
Durante la menopausia, el cuerpo cambia y, a veces, lo hace de formas inesperadas. Uno de los cambios más frecuentes es el aumento de peso, especialmente en el abdomen, incluso si sigues con los mismos hábitos de siempre. Esto se debe al metabolismo, que se vuelve más lento y hace que mantener el peso sea más difícil de lo que solía ser.
Además, la piel puede empezar a verse más seca y menos elástica, ya que con la disminución de las hormonas se pierde colágeno, el componente que la mantiene firme y flexible.
¿Cómo aliviar los síntomas de la menopausia?
Es normal sentirse un poco abrumada por estos síntomas, pero no tienes que pasarlos sola ni resignarte a vivir con incomodidades. Existen muchas maneras de reducir su impacto y hacer que esta transición sea mucho más llevadera. Aquí te dejamos algunas recomendaciones que pueden ayudarte:
Suplementos naturales: Feminpausia de Mayla
Si estás buscando un apoyo extra para afrontar la menopausia, te sugerimos que pruebes Feminpausia de Mayla.
Este suplemento está formulado con ingredientes naturales como el lúpulo, el lino y el trébol rojo, que contienen fitoestrógenos y ayudan a reducir la intensidad de los sofocos y a mejorar el estado de ánimo de manera natural.
Feminpausia también incluye vitamina K2, que contribuye a mantener la salud ósea, algo especialmente importante durante esta etapa
Alimentación variada y nutritiva
Comer bien no solo ayuda a tu cuerpo a funcionar mejor, sino que también contribuye a mantener un peso saludable y a evitar el riesgo de problemas óseos y cardiovasculares.
Intenta incluir alimentos ricos en calcio y vitamina D para fortalecer los huesos, así como omega-3 (que puedes encontrar en pescados grasos y semillas), porque ayuda a mejorar el estado de ánimo y la salud cardiovascular.
Ejercicio: un gran aliado
El ejercicio es una herramienta poderosa para aliviar muchos síntomas de la menopausia. Hacer ejercicio regularmente no solo sirve para mantener el peso, sino que también mejora el estado de ánimo, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y fortalece los huesos.
Actividades como caminar, nadar, hacer yoga o ejercicios de resistencia son opciones ideales para mantener el cuerpo activo y mejorar un bienestar general.
Prácticas de relajación y autocuidado
La menopausia es una etapa de cambio, y cuidar de tu bienestar mental es igual de importante que el cuidado físico. Técnicas como la meditación, el yoga o el mindfulness contribuyen a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.
Además, dedicarte unos minutos al día para hacer algo que disfrutes, como leer, escuchar música o pasar tiempo al aire libre, es una forma sencilla de mejorar tu estado de ánimo y enfrentar los días con más energía.
Cuida la hidratación y tu piel
Dado que la piel se vuelve más seca y sensible durante la menopausia, es importante beber suficiente agua y utilizar productos hidratantes (como aquellos que llevan ácido hialurónico) para mantenerla suave y flexible.
Terapia hormonal (TRH)
En algunos casos, los médicos recomiendan la terapia de reemplazo hormonal si los síntomas son muy intensos y afectan seriamente la calidad de vida. Sin embargo, esta opción debe evaluarse cuidadosamente con un especialista, ya que no es adecuada para todas las mujeres.
En Farmacia Rodulfo, queremos que te sientas acompañada. Ven a vernos y descubre cómo hacer la menopausia mucho más llevadera.